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11. Los cambios cíclicos regeneran la vida

Publicado el Domingo, 09 Febrero 2014
Última actualización en Domingo, 14 Septiembre 2014

Unos mil años más tarde el pueblo chino sufrió el yugo de un tirano

La desidia de dejarse llevar por la soberbia, comodidad e indiferencia hizo paulatinamente que la sociedad de mutuo apoyo y complementariedad se convirtiera en un campo de batalla donde explotadores y explotados libraron luchas de poder y dividieron al pueblo en víctimas y verdugos. Los sistemas de convivencia se hicieron cada vez más rígidos, complejos e injustos hasta que todo el poder cayó en manos de un tirano sin escrúpulos.
Aquel tirano mató y encarceló a mucha gente y envenenó el corazón del pueblo debido a su crueldad y las injusticias. El rey Wen fue uno de los prisioneros y en la cárcel diseñó un bagua que reflejaría la trama del organigrama de la vida humana. En dicho bagua la secuencia de trigramas queda desprendida del ordenamiento por parejas Yin-Yang y, por lo tanto, no tiene en cuenta las fuerzas complementarias que constituyen las coordenadas que dan cohesión a la vida y cuya interacción mantiene el equilibrio Yin-Yang e impulsa el movimiento circular que es el fundamento de la vida del universo.
La secuencia de trigramas del rey Wen se denomina el bagua del “Cielo Posterior” u “orden intramundano” (ver I Ching, p. 356). Muestra un sistema de organización que se sobrepone a la secuencia original de trigramas que desde entonces se llama el bagua del “Cielo Anterior” o “secuencia premundana” (ver I Ching, p. 353), en alusión a la trama de organización de la vida natural, anterior al mundo humano.
No está claro si el rey Wen estudió el funcionamiento del sistema de explotación y sumisión al poder que sufrieron en la época del tirano, y extrajo de dicha experiencia la trama del organigrama causante de conflictos y enfermedades a fin de desenmascarar sus causas o si, muy al contrario, su intención era suplantar con la nueva secuencia de trigramas la trama de coordenadas del bagua original.

El bagua del rey Wen

Aunque no sabemos si el rey Wen equiparó, o no, un mundo corrupto con el mundo humano, sí sabemos que los poderes del mundo no permiten que los trabajadores se rijan por los valores del bagua del Cielo Anterior. Creo que, hasta que no comprendamos que no es el mundo sino el poder el que corrompe al hombre, dejaremos que “el mundo” (del poder) marque nuestras pautas. Y mientras tanto, la naturaleza humana pide a gritos que hagamos caso a la dinámica del bagua original, puesto que nuestra naturaleza maltratada se manifiesta mediante los pensamientos y sentimientos negativos, conflictos y enfermedades que padecemos.
En el Libro segundo del I Ching, Richard Wilhelm comenta (p. 358): “Con fines de una comprensión plena es necesario representarse siempre al orden intramundano como transparente, trasluciéndose el orden premundano.” Dicha representación se ve en la siguiente imagen.

baguas

Imagen cedida por: Lotus Nei Gong, School of Daoist Arts

En el pequeño círculo interior se sitúa la secuencia de trigramas del bagua de Fu Hsi (orden premundano, Cielo Anterior) y en el círculo exterior grande el bagua del rey Wen (orden intramundano, Cielo Posterior). Comparándolos, observamos que las alteraciones más preocupantes las han sufrido los trigramas Cielo y Tierra. Como veremos cuando pongamos los trigramas del bagua original en movimiento, es materialmente imposible que ninguna fuerza terrenal ocupe el lugar de los trigramas Cielo y Tierra.
No obstante, en el bagua del Cielo Posterior, el trigrama Fuego ha tomado posición del puesto de lo Creativo del Cielo mientras que el trigrama Agua ocupa el puesto de lo Receptivo de la Tierra. Así que, las fuerzas primordiales que determinan la dirección de los cambios cíclicos a los que la vida está sujeta, han sido suplantadas por las fuerzas que ejercen las funciones del Gobierno y la Administración Pública en el mundo.
Esto seguramente tiene que ver con el hecho de que los sistemas del poder proclaman que lo energético y lo espiritual (es decir: lo Creativo) no es de este mundo. Sin embargo, lo que pasa cuando hacemos caso al “mundo” (del poder), es desastroso tanto para el bienestar mental, emocional y moral del pueblo como para el bienestar gubernamental, material y social del Estado. El bagua del rey Wen muestra las causas de dicho desastre; éstas y la posible interacción entre los trigramas de ambos círculos concéntricos invitan a la reflexión. No obstante, aquí me voy a limitar a reproducir lo fundamental de lo que I Ching dice sobre la usurpación del poder de lo Creativo del Cielo por parte del hombre.

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