Imprimir

10. El transcurso del tiempo en el bagua

Publicado el Domingo, 15 Diciembre 2013
Última actualización en Domingo, 05 Enero 2014

Existen dos direcciones de movimiento en el bagua, hay un movimiento ascendente y un movimiento descendente, ya que no existe Yin sin Yang. El movimiento Yang es ascendente, centrífugo, expansivo y transformador de la materia; el movimiento Yin es descendente, centrípeto, contráctil y formador de la materia. El movimiento cíclico Yang parte del punto más bajo: el trigrama Tierra, lo Receptivo. El movimiento cíclico Yin parte del punto culminante: el trigrama Cielo, lo Creativo.

 bagua arcaico

¡Ojo! Los trigramas en el bagua se leen de dentro hacia fuera

Cuando lo Creativo del Cielo se une a lo Receptivo de la Tierra se inicia el ciclo expansivo Yang. De manera consecutiva se activan las fuerzas naturales Trueno (Yang) y su fuerza complementaria Viento (Yin), y las fuerzas naturales Fuego (Yang) y su fuerza complementaria Agua (Yin). La interacción entre dichas fuerzas activas produce determinados frutos que la Tierra comparte en su estado vital Lago (situado arriba, a la izquierda del trigrama Cielo) y cuya esencia se contrae en el estado complementario Montaña (abajo, a la derecha del trigrama Tierra).
Los frutos y la esencia del ciclo expansivo son como el fruto y las semillas de una planta. Dado que para compartir los frutos hay que estar acompañado y para contraer la esencia hay que estar a solas y consigo mismo, la fuerza primordial de lo Receptivo hace que el Elemento Tierra (y así cada uno de nosotros) se abra hacia el exterior en el estado Lago y hacia el interior en el estado Montaña.

Hacen falta atención y tiempo para contraer la esencia de los frutos procedentes del ciclo expansivo. La esencia de las vivencias se guarda en la oscuridad, igual que las semientes del campo. E igual que éstas, la esencia se siembra a su debido tiempo, hay que dejar que madure arropada por lo Receptivo de la Tierra. De ahí la importancia del estado de clausura. Estando lo Receptivo en su estado de clausura, lo Creativo no puede unirse a la Tierra (situada abajo en el bagua) por lo que el Cielo (arriba) se dirige a la “hija mayor” que tiene al lado. Como hemos visto, la “hija mayor” entre las fuerzas naturales es el Viento, símbolo de la naturaleza orgánica cuyo trigrama se sitúa al lado derecho del Cielo en el bagua.
Cuando la Tierra se encuentra en su estado de clausura, lo Creativo del Cielo ejerce su influencia a través de la condición Receptiva de las fuerzas de la naturaleza. De modo que en el ciclo retrospectivo Yin, lo Creativo moviliza al Viento y al Agua (situada debajo del trigrama Viento) cuyas influencias obran de modo invisible y tomándose su tiempo en nuestro interior. A su vez, las fuerzas Receptivas Viento y Agua interactúan con sus respectivas fuerzas complementarias Creativas: Trueno (abajo, a la izquierda del trigrama Tierra) y Fuego (encima del trigrama Trueno); y el estado Receptivo Montaña (abajo) interactúa con su estado complementario Lago (arriba).
Así que, los cambios cíclicos que incentivan la extracción de la esencia y la formación de las simientes del futuro, se inician arriba, en el trigrama Viento (Elemento Madera) y dichos cambios avanzan en dirección contraria al ciclo expansivo.

Aparentemente, la acción expansiva se extiende desde el trigrama Tierra, pasando por los trigramas Trueno (Elemento Metal), Fuego y Lago, hasta alcanzar la cima, el Cielo. También aparentemente, al llegar a la cima se inicia el ciclo Yin desde el trigrama Cielo, pasando por los trigramas Viento (Elemento Madera), Agua y Montaña, hasta llegar al trigrama Tierra abajo. No obstante, ambos ciclos se desarrollan gracias a la conjunta acción que ejercen las parejas de fuerzas complementarias en cada ciclo.
El movimiento Yang ascendente, centrífugo, expansivo y transformador de la materia sube desde el trigrama Tierra hacia el trigrama Cielo, impulsado por las fuerzas Creativas situadas en el lado izquierdo del bagua y nutrido por las aportaciones de las fuerzas Receptivas situadas en el lado derecho.
El movimiento Yin descendente, centrípeto, contráctil y formador de la materia baja desde el trigrama Cielo hacia el trigrama Tierra impulsado por lo Creativo del Cielo. Al abrirse hacia las influencias del Cielo, las fuerzas Receptivas Viento y Agua se encargan de la formación de aquello que sus fuerzas complementarias Trueno y Fuego necesitan para avanzar.
Por eso, cuando las fuerzas vitales se ponen en movimiento en el bagua “puede comprobarse un movimiento doble”, dice I Ching (p.353): “El movimiento común, de curso progresivo, que va adicionándose en el transcurso del tiempo y se expande, por el cual queda determinado lo que va feneciendo e ingresa en el pasado; y un movimiento contrario, regresivo, que se va replegando y contrayendo en el transcurso del tiempo, mediante el cual se van formando los gérmenes del porvenir. El conocer este movimiento confiere el conocimiento del futuro.”

Los efectos de los ciclos Yin y Yang se expresan de una manera paulatina, específica y detallada durante las diferentes estaciones del año y de un modo concentrado en el transcurso del día (Yang) y la noche (Yin). Experimentamos los efectos de los ciclos Yin y Yang en nuestras necesidades y expresiones físicas y fisiológicas y en la vida emocional, social, cultural y laboral. I Ching aclara los cambios relacionados con la vida humana en los hexagramas correspondientes al trayecto de los cambios que se van produciendo cada vez que una fuerza activa a la otra en su recorrido por los trigramas del bagua.

Dependiendo del movimiento ascendente (ciclo Yang) o descendente (ciclo Yin), unas veces la fuerza Yang impulsa la interacción con su pareja Yin, otras veces el impulso viene de la fuerza Receptiva que inspira la acción de su pareja Creativa. El hexagrama que expresa la interacción entre ambas fuerzas, se construye colocando en primer lugar (abajo) el trigrama que representa la fuerza natural impulsora, y en segundo lugar (arriba) el trigrama que corresponde a la fuerza natural recién activada. De manera que, gracias a la construcción del hexagrama y el significado del mismo, se revela la diferencia que hay entre los efectos de las influencias de determinadas fuerzas en el ciclo expansivo (Yang) y en el ciclo retrospectivo (Yin).  
Por ejemplo, en el ciclo expansivo la fuerza Creativa Trueno impulsa la interacción Trueno-Viento mientras que en el ciclo retrospectivo es la fuerza Receptiva Viento la que impulsa la interacción entre ambas fuerzas. El hexagrama que se corresponde con la interacción entre el Trueno y el Viento en el ciclo expansivo es el hexagrama formado por el trigrama Trueno abajo y el trigrama Viento arriba (nº 42: El Aumento) mientras que el hexagrama formado por el trigrama Viento abajo y Trueno arriba (nº 32: La Duración) describe la interacción entre ambas fuerzas en el ciclo retrospectivo.
Por eso, hacer un recorrido por los hexagramas que se corresponden con los tramos sucesivos en el trayecto de ambos ciclos por el bagua, explica muchas cosas sobre los cambios cíclicos en nuestras vidas y aporta información fundamental para llegar a entender interiormente cuáles son las leyes del tiempo y cuáles las exigencias naturales para aprovechar el tiempo de manera que aprendamos a actuar en duradera concordancia con la gran armonía.

Continuará

Compartir