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11. Los cambios cíclicos regeneran la vida

Publicado el Domingo, 09 Febrero 2014
Última actualización en Domingo, 14 Septiembre 2014

La interacción entre Cielo y Tierra

Los medios técnicos actuales permiten observar la interacción entre Cielo y Tierra. Gracias a ello sabemos que existe una interacción electromagnética que determina la vitalidad y la extraordinaria biodiversidad de la Tierra. La magnetosfera de nuestro planeta está influenciada por el campo magnético solar y la interacción entre ambos campos magnéticos y las partículas cargadas provenientes del Sol produce una cantidad enorme de fenómenos vitales.
La mayoría de dichos fenómenos son tan conocidos que han llegado a formar parte del sentido común, aunque a menudo les prestamos tan poca atención que llegamos a negar la existencia del principio Creativo del Cielo. La interacción electromagnético entre Cielo y Tierra se manifiesta además mediante fenómenos excepcionales y “mágicos” como las auroras boreales y australes, y fenómenos que se notifican desde hace relativamente poco tiempo, como son las interferencias en las comunicaciones por ondas electromagnéticas y alteraciones en los satélites artificiales en órbita.
Pero aunque neguemos la existencia de lo Creativo del Cielo, esto no quita que sabemos que el campo magnético solar se une con la superficie del planeta en los polos magnéticos terrestres y penetra en el interior de la Tierra desde donde se extiende hacia la superficie, creando una “burbuja” dentro del campo magnético solar denominada la magnetosfera terrestre (ver imagen).

magnetosfera

En occidente llamamos Sol, tierra, agua y aire a las fuerzas primordiales Fuego, Trueno (Metal), Agua y Viento (Madera) de la cultura china, y los científicos han comprobado que la interacción entre dichas fuerzas determina las condiciones vitales en el planeta.
Así, se ha investigado cómo las corrientes geomagnéticas terrestres influyen el comportamiento de las corrientes de aire, agua y calor y de qué manera éstas a su vez interactúan. Gracias a las exploraciones científicas sabemos cómo dichas corrientes afectan a las condiciones espacio-temporales en diferentes zonas del planeta y cómo evolucionan las condiciones meteorológicas en el curso de un año a un lado del planeta y al otro y en ambos hemisferios. Son sólo algunos ejemplos de los efectos palpables generados por las fuerzas primordiales cuya dinámica desentrañaron y enseñaron los sabios del emperador Fu Hsi hace unos 4.000 años, además de que lo hicieron sabios de otras culturas que cumplieron con dicha misión en otros continentes.
Lo que no tenemos tan claro es que todos somos Tierra en relación con el Cielo. Igual que la Tierra, todos y cada uno de los seres vivos reciben las influencias energéticas de las fuerzas naturales. La energía de lo Creativo del Cielo atraviesa la atmósfera terrestre y, además de que penetra en el cuerpo celeste Tierra a través del polo norte, penetra en el cuerpo de cualquier habitante del planeta. Por eso encontramos el camino en medio de todo tipo de influencias y cambios en nuestro entorno, siempre que hacemos uso de nuestro libre albedrío guiándonos por la “brújula” en nuestro interior que marca el “norte”. Percibimos y utilizamos esta fuerza directiva, aunque nuestra mente niegue todo lo que tiene que ver con lo Creativo del Cielo y la sabiduría de la vida.

energia

Igual que lo Creativo del Cielo se adentra en la Tierra, así lo Creativo penetra en nuestro ser y en cada célula de cada órgano de nuestro cuerpo. Igual que las influencias de las fuerzas primordiales se desplazan desde el núcleo del planeta hacia la superficie, así surgen dichas influencias de nuestro fuero interno y del núcleo celular de los órganos, sistemas y tejidos de nuestro cuerpo. Igual que los efectos de sus influencias se manifiestan en el interior y en la superficie de la Tierra, así se manifiestan en nuestro ser (espíritu y alma), en nuestros actos (sentimientos y mente), en nuestra condición vital (cuerpo y ánimo) y en las circunstancias que creamos a nuestro alrededor.

Campo electromagnético del corazón

campo magnetico corazon

© Institute of HearthMath Research Center, California

 

Las fuerzas naturales

Las fuerzas naturales Trueno, Viento, Agua y Fuego son los “mensajeros y obreros” de lo Creativo del Cielo. Sus respectivas aportaciones crean determinadas condiciones espacio-temporales que se rigen por leyes universales. En artículo 8 hemos visto que I Ching aclara mediante determinados hexagramas cuáles son dichas leyes. Como explica en los hexagramas que se forman juntando el trigrama Tierra (lo Receptivo) con el trigrama de cada una de dichas fuerzas naturales, se trata de las leyes eternas que son intrínsecas a la trama del organigrama de los procesos naturales aplicados a la vida humana.
En dichos hexagramas explica de qué manera el Trueno trae la justicia al mundo y el Viento enseña las misteriosas leyes de los procesos orgánicos. Asimismo, muestra cómo el Agua representa las leyes internas que conducen a la solidaridad, y el Fuego adquiere la capacidad de libre dependencia de las fuerzas armoniosas del orden universal. Además, en los hexagramas formados por la duplicación de los trigramas que representan las fuerzas primordiales, I Ching describe cómo deberíamos comportarnos en las circunstancias promovidas por cada una de ellas.
En el Libro de las Mutaciones se explica por qué determinada actitud conviene en tales condiciones temporales, dejando claro que las mismas no tienen nunca un valor absoluto dado que las circunstancias cambian constantemente. Lo que no cambia es la esencia vital de cada fuerza natural y lo que debería ser constante también es “la actitud del noble”. Ésta debe ser en cualquier circunstancia tal como I Ching la describe en el hexagrama 53, La Evolución: “El noble busca los criterios para su proceder dentro de sí y en consecuencia se halla firmemente arraigado. Logra su progreso mediante un cuidadoso y constante trabajo dedicado al propio desarrollo moral.”

Las circunstancias cambian, pero los cambios cíclicos y las lecciones impartidas por las fuerzas naturales se repiten constantemente. Una y otra vez, las fuerzas que se activan consecutivamente dan su enseñanza junto con los consejos correspondientes y estos son bien definidos y nada cambiantes. Se podría resumir su esencia así:

Trueno (hexagrama Lo Suscitativo, nº 51): “Una honda seriedad interior que hace que todos los terrores externos reboten impotentes sobre ella.”
Viento (hexagrama Lo Suave, nº 57): “Su atributo es la suavidad que, no obstante, penetra como el viento o como el árbol con sus raíces. Así el noble difunde sus mandamientos y da cumplimiento a sus asuntos.”
Agua (hexagrama Lo Insondable, lo Abismal, nº 29): “Origina toda vida en la tierra. Fluye y fluye y rellena todos los lugares por los que pasa hasta sus bordes y nada más; no retrocede ante ningún sitio peligroso, ante ninguna caída, y nada le hace perder su índole propia y esencial.”
Fuego (hexagrama Lo Adherente, nº 30): “Significa estar condicionado, basarse en algo consistente. Todo lo que expande luz en el mundo, depende de algo a lo cual quedar adherido para poder alumbrar de un modo duradero.”

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