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3. El Bagua del Cielo Anterior

Publicado el Lunes, 19 Agosto 2013
Última actualización en Miércoles, 30 Septiembre 2015

 

28-09-2014: Artículo ampliado con la información de los hexagramas correspondientes a las características de las fuerzas primordiales Receptivas: Viento, Agua, Montaña, y Creativas: Trueno, Fuego y Lago. Para entender la dinámica vital en la que se fundamenta la medicina china, me he basado en el bagua del Cielo Anterior (atribuido al emperador Fu Hsi) porque enseña la interacción Yin-Yang entre las fuerzas primordiales a cuya dinámica se debe que la vida existe y que el ser humano y los demás seres y fenómenos vitales mantienen la salud, es decir, el equilibrio Yin-Yang.
Los textos completos de los 64 hexagramas del “Libro primero” del I Ching traducido por Richard Wilhelm, se pueden leer en la dirección URL:

http://iching-tegularius.blogspot.com.es/

Los trigramas Cielo (arriba) y Tierra (abajo) forman el eje vertical del bagua, indicando así que la vitalidad del mundo se debe a la interacción entre lo Creativo (Yang) y lo Receptivo (Yin). Lo Creativo del Cielo inspira y dirige la vida en el planeta Tierra gracias a la condición vital Receptiva del mismo. Abriéndose, entregándose y dejándose guiar, la Tierra materializa las ideas de lo Creativo. Al interactuar lo Creativo y lo Receptivo constantemente entre sí, lo que se ha formado se transforma y vuelve a formarse, y así eternamente, de manera que cada ser vivo se regenera, se vitaliza y evoluciona continuamente. 
Los “ayudantes” de la energía del Tao son las fuerzas naturales activas. Estas fuerzas generan, regulan y regeneran la vida de la Creación en la Tierra, formando igualmente parejas Yin-Yang para complementarse mutuamente. Son el Trueno (Creativo) que forma pareja con el Viento (Receptivo), y el Agua (Receptiva) que forma pareja con el Fuego (Creativo). La interacción entre dichas fuerzas convierte la Tierra en un planeta lleno de vida que se corresponde con los estados vitales Lago (Creativo) y Montaña (Receptiva): la naturaleza con sus lagos y montañas, etc. y toda la vida orgánica evolutiva en el planeta Tierra.

El bagua del Cielo Anterior

 bagua arcaico

Los trigramas se leen de dentro hacia fuera de manera que la línea interior de cada uno indica la condición vital Creativa (Yang) o Receptiva (Yin) de determinada fuerza vital

La secuencia de trigramas en el bagua del Cielo Anterior muestra la interacción complementaria que las fuerzas vitales primordiales mantienen entre sí. Sobre esta dinámica informa el siguiente texto arcaico (I Ching p. 352, § 3):

Cielo y Tierra determinan la dirección.
La Montaña y el Lago mantienen la unión de sus fuerzas.
El Trueno y el Viento se excitan mutuamente.
El Agua y el Fuego no se combaten entre sí.

Arriba en el bagua está el trigrama Cielo que representa el principio universal de lo Creativo y abajo, en el lado opuesto, está su complementario, el trigrama Tierra que representa el principio universal de lo Receptivo. En el hexagrama nº 1 formado por dos trigramas Cielo (Ch’ien: Lo Creativo) I Ching explica lo que es lo Creativo y cómo actúa, y en el hexagrama nº 2 formado por dos trigramas Tierra (K’un: Lo Receptivo) explica cuál es la actitud y la función de lo Receptivo (ver artículo 4).
La interacción entre dichas fuerzas universales genera, sostiene y dirige las cuatro fuerzas activas de la naturaleza. Estas fuerzas naturales, a su vez, interactúan entre sí por lo que generan condiciones vitales de naturaleza energética y material que determinan, sostienen y regulan los estados primordiales Lago y Montaña del Elemento Tierra (planeta y cada uno de sus habitantes), y gracias a estos estados vitales se mantiene la unión de las fuerzas de Cielo y Tierra, la dinámica Yin-Yang.
Lo Creativo del Cielo engendró las fuerzas naturales Creativas (Trueno y Fuego) y Receptivas (Viento y Agua) y les inspira continuamente con su energía espiritual. Estas cuatro fuerzas primordiales son los "hijos" de la Madre Tierra, pero se arraigan en el orden universal del Cielo por lo que, además de sus aportaciones visibles y palpables, transmiten a la Tierra el conocimiento de determinadas leyes universales (con respecto a estas leyes: ver artículo 8).

Las fuerzas naturales Receptivas

Las fuerzas naturales Receptivas (Yin) que dan forma a la energía luminosa de lo Creativo del Cielo, aparecen en el lado derecho del bagua. Son el Viento (Madera), el Agua y la Montaña.

El Viento (Elemento Madera)

Hex57El Viento es la fuerza Receptiva que se encuentra al lado derecho del trigrama Cielo. Aplicando las características correspondientes a los puestos de las líneas que forman un trigrama (ver artículo anterior), el trigrama Viento dice mucho sobre la fuerza natural Viento (Elemento Madera): Siendo de condición Receptiva (1ª línea), se dirige por lo Creativo (2ª línea) y su predisposición en los procesos de cambio es también Creativa (3ª línea).
I Ching especifica las características de su naturaleza en el hexagrama formado por dos trigramas Viento, llamado Lo Suave (nº 57). Entre muchas aclaraciones más, dice así: “Su atributo es la suavidad que, no obstante, penetra como el viento o como la madera (árbol) con sus raíces. (...) Difunde los mandamientos de lo Creativo y da cumplimiento a sus asuntos." En este hexagrama se explica que el Viento se adapta a las circunstancias, sin perder el rumbo, y recurre al tiempo como medio para su acción. Esto requiere firmeza en el interior (2º línea) y tener las cosas claras, cualidades que esta fuerza natural posee gracias a su condición Receptiva y las aportaciones de lo Creativo del Cielo.

Para su nutrición, regulación, regeneración y desarrollo, la vida depende especialmente de las aportaciones del Viento (Elemento Madera). Nos referimos a esta fuerza natural cuando hablamos de la fuerza de la Naturaleza, la que se impone siempre aunque no le hagamos caso, intentemos dominarla o le maltratemos. La vida enseña que, intentando someter la Naturaleza a las leyes del mundo, el ser humano se hace daño a sí mismo (como demuestran, por ejemplo, los síndromes del Hígado en medicina china).

Hex20En el hexagrama (nº 20) formado por los trigramas Tierra (abajo) y Viento (arriba) se muestra lo que la “hija mayor” aporta a la Madre Tierra. Este hexagrama se llama “La Contemplación”. En él I Ching recomienda observar las obras de la naturaleza (Viento) mediante la máxima seriedad de nuestro recogimiento interior (Lo Receptivo). Entonces, dice, tomaremos conciencia del misterioso poder espiritual que surge de sus obras y actúa sobre nosotros, conquistándonos, por lo que daremos lugar a que las misteriosas leyes divinas de la vida se cumplan en nuestra propia persona.
Reproduzco del Libro tercero del I Ching (p. 577) el dictamen arcaico donde se describen las condiciones espacio-temporales creadas gracias a la interacción entre lo Receptivo (Tierra) y el Viento: 

“La Contemplación. La ablución ha tenido lugar pero aún no la ofrenda. Plenos de confianza elevan la mirada hacia él.”
Plenos de confianza elevan hacia él la mirada.
Los de abajo miran hacia él y son transformados.
Él les abre la visión de la vía divina del Cielo,
Y las cuatro estaciones del año no se desvían de su regla.
Así el santo emplea la vía divina para brindar enseñanza,
Y el mundo entero lo acata dócilmente.

El Agua 

Hex29La segunda hija, el Agua, se dirige por lo Creativo (2ª línea) y es muy Receptiva gracias a su condición vital (1ª línea) y predisposición ante los cambios (3ª línea). La composición de su trigrama explica por qué el agua es la fuente de la vida y cómo logra materializar y conservar fielmente las intenciones de lo Creativo del Cielo. I Ching dice en su hexagrama: “El Agua origina toda vida en la Tierra”. Es el hexagrama nº 29, se llama Lo Abismal o Lo Insondable como símbolo de los peligros que el agua atraviesa sin inmutarse, conservando siempre la esencia vital de su naturaleza.
Como vamos a ver más adelante (La Génesis de los Elementos), el Agua es la configuración de lo Creativo del Cielo en la Tierra. En el Libro tercero del I Ching se dice que el signo Lo Abismal significa, además, el corazón (ver p. 622). Ahí se explican las condiciones creadas por la naturaleza del Agua así: “El corazón encierra las inclinaciones y predisposiciones naturales, la esencia divina, que por ello corre el peligro de hundirse en concupiscencias y pasiones. También en este caso la superación del peligro consiste en retener firmemente la predisposición originariamente buena. Esto está indicado por el hecho de que los trazos firmes (lo Creativo) constituyen el centro (de cada trigrama).”

En el Libro primero la explicación de las condiciones espacio-temporales en este hexagrama se determina por el cambio de género que introdujo el rey Wen. Al afirmar que el Agua es “el hijo del medio”, la interpretación del trigrama no cuadra con lo que dice el dictamen. Se explica el significado de las líneas así: “Un trazo Yang se ha precipitado cayendo entre dos trazos Yin y es encerrado por éstos como el agua en la hondada de un valle. (…) Lo luminoso (*) contenido en el interior de lo oscuro (*), la razón. (…) El signo se encarga de señalar una situación objetiva (“repetición del peligro”) a la cual es necesario acostumbrarse. (…) Por eso el peligro también se simboliza como hondonada o quebrada, esto es, como un estado en el que uno se halla como el agua en una quebrada.”

(*)
“Lo luminoso” es la línea continua que representa el principio Creativo del Cielo, y “lo oscuro” es la línea partida en dos que representa el principio Receptivo de la Tierra. De modo que se confunde aquí la encerrona de la razón, con la apertura del corazón que recibe las indicaciones de lo Creativo del Cielo.
No obstante, en la explicación del dictamen parece que sí se ha respetado el espíritu del hexagrama, al reconocer que “el agua da un ejemplo para la conducta correcta que corresponde en tales condiciones.” Dice así: “Fluye y fluye y rellena todos los lugares por los que pasa hasta sus bordes y nada más; no retrocede ante ningún sitio peligroso, ante ninguna caída, y nada le hace perder su índole propia y esencial. En todas las circunstancias permanece leal a sí misma. Así la veracidad hace que en circunstancias difíciles uno perciba interiormente, con el corazón, el fondo de la situación.”

El estado vital Montaña

Hex52La tercera hija, la Montaña, representa el estado vital contemplativo del Elemento Tierra (planeta, habitantes y sistema digestivo). La composición de su trigrama indica que se abre interiormente (1ª y 2ª línea) de modo Receptivo, preparándose para acoger los cambios inspirados por lo Creativo (3ª línea). En el hexagrama formado por dos trigramas Montaña, El Aquietamiento (nº 52), I Ching aclara que las condiciones espacio-temporales dadas indican que el movimiento ha alcanzado su fin normal, por lo que la vida nos pide pararnos (no como el mundo cuya dinámica produce estrés). Se trata aquí de “alcanzar la quietud del corazón”.
Los consejos que I Ching da en este hexagrama, van dirigidos a conseguir que “el noble no vaya en sus pensamientos más allá de su situación,” aclarando que la situación que el hexagrama describe, está determinada por “el fin y comienzo de todo movimiento”. Para alcanzar la quietud del corazón, el dictamen dice así:

“Aquietamiento de su espalda,
de modo que él ya no siente su cuerpo.
Va a su patio y no ve a su gente.
Ningún defecto.”

Se explica este dictamen recordando que “en la espalda se encuentran todos los cordones nerviosos que transmiten el movimiento.” Y sigue así: “Cuando uno consigue que el movimiento de estos nervios espinales se aquiete, desaparece por así decirlo el yo con sus inquietudes. Ahora bien, una vez que el hombre ha logrado aquietarse así en su interior, puede dirigirse hacia el mundo externo. Ya no verá en él la lucha y el torbellino de los seres individuales, y será dueño de la verdadera quietud necesaria para comprender las grandes leyes del acontecer universal y el modo de actuar como corresponde. El que actúe partiendo de esta posición abisal no cometerá ninguna falta.”

Así que, el estado vital Montaña hace que el Elemento Tierra se aquiete, preparándose para recibir a su debido tiempo la inspiración para efectuar (en el estado Lago) los cambios requeridos por lo Creativo del Cielo. Esto lo ilustra muy bien la fisiología del sistema digestivo, análoga a la digestión y asimilación de nuestras vivencias. Dicho sistema nos obliga a tranquilizarnos para digerir los alimentos adecuadamente, dado que la cantidad de adrenalina en la sangre debe disminuir para que se active el denominado sistema parasimpático que estimula los procesos metabólicos en el tubo digestivo.

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