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5. Las influencias esenciales de las fuerzas vitales

Publicado el Viernes, 20 Mayo 2011
Última actualización en Domingo, 06 Abril 2014

Basándome en la información del I Ching y de la medicina china, aquello que el ser humano recibe entregándose a las influencias de las fuerzas de la naturaleza, se resume de la siguiente manera:

El Agua salvaguarda, nutre y estimula la germinación del ser esencial que se dirige por lo Creativo del Cielo, dando dirección, inspiración y constancia a la vida personal. Las influencias Creativas nos renuevan continuamente y estimulan la concentración, perseverancia y humildad, aportándonos confianza en la vida y en nosotros mismos.

El Fuego corresponde al amor y a la mente. Dirigiéndose por lo Receptivo de los sentimientos positivos, la mente se abre a lo Creativo de nuestro ser esencial (Agua) y desarrolla su capacidad de razonamiento lógico de manera que tomemos conciencia de nuestra esencia espiritual y de nuestro entorno y que adquiramos conocimientos.

El Viento (Elemento Madera) corresponde a los procesos orgánicos naturales y al alma que dan forma a nuestra esencia espiritual, inspirándose en nuestras vivencias en el mundo (Trueno). Nutrido por el Agua, el Viento es la fuerza vital que da forma a las intenciones de la energía originaria del Tao, expresándose éstas mediante los valores morales que determinan nuestro verdadero ser. Y nutriendo al Fuego, el Viento hace que el amor y la mente propaguen dichos valores capacitándonos para realizarnos adaptándonos al entorno sin perder el rumbo dictado por nuestro ser eterno.

El Trueno (Elemento Metal) corresponde a las condiciones ambientales del planeta: el campo electromagnético, la atmósfera y los minerales que determinan nuestro hábitat, y análogamente corresponde a las condiciones vitales en nuestro entorno y en el mundo. El Trueno es la fuerza vital que nos despierta del letargo y hace que mantengamos nuestras vidas en orden al transmitir la voluntad divina mediante todo tipo de sensaciones procedentes del instinto, la intuición, la percepción táctil y sensitiva, el sentido común y el sentido de la justicia. El Trueno se nutre del Fuego: El amor nos da la sensibilidad para percibir la voluntad divina que se manifiesta y nos moviliza gracias al Trueno; la mente nos da las herramientas para tomar conciencia de la voluntad divina con respecto a las condiciones precisas para proteger la vida.

El Lago y la Montaña (Elemento Tierra) corresponden a la autorrealización y reflexión que determinan el estado vital de cada individuo. Conscientes de nuestras sensaciones durante nuestras vivencias, las influencias del Trueno en el eje horizontal interactúan con las de los procesos orgánicos regidos por el Viento que nos mantienen conectados a nuestro verdadero ser. El Trueno desequilibrado por las injusticias del mundo, transmite al Agua la inseguridad, el sufrimiento, el desasosiego, la confusión y las dudas producidas por nuestras vivencias. Al movilizarnos y conmocionarnos, el Trueno facilita así que se active lo Creativo del Agua en nuestro interior cuyas aportaciones dan lo que necesitamos para superar nuestra inseguridad a fin de encontrar nuestro camino personal en la vida.

 

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