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La función reguladora de comprometerse (Linfa)

Publicado el Martes, 12 Febrero 2013
Última actualización en Miércoles, 18 Marzo 2020

El papel de la linfa (compromiso individual) en la nutrición celular 

El papel de la linfa en la nutrición celular muestra en qué consiste nuestra labor individual y la labor del conjunto del pueblo. Hemos visto que hay dos factores en la regulación del intercambio entre el plasma nutritivo y los líquidos corporales, que dependen de la linfa, es decir, que dependen de los procesos interiores de cada uno. Estos factores son la presión atmosférica que hay en los líquidos del medio interno y la presión osmótica coloidal de dichos líquidos. Estos factores se presentan también en la convivencia.
Cuando hay tensión en el ambiente y la quitamos, vuelve la comunicación fluida de dar y recibir que es satisfactoria para ambas partes. Pero si la tensión persiste, hace falta buscar en el interior para “rescatar” los valores íntimos de la presión y encontrar las cosas que obstruyen la recepción del “plasma”. Las cosas que interfieren en el ir y venir de una interacción equilibrada, se investigan en los “ganglios linfáticos” donde se ubica el sistema de defensa.
Hemos visto que la linfa retira del medio interno los líquidos que sobran, fracciones proteicas, toxinas y bacterias y demás microorganismos. Fracciones proteicas son compuestos casuales de aminoácidos que se han aglutinado formando un pequeño almacén de valores elementales. Las toxinas corresponden a los prejuicios, los traumas y los sentimientos negativos. Y los microorganismos son cosas análogas a “bichos que vienen de fuera y llevan una vida propia dentro del cuerpo” y que pueden causar molestias pasajeras o invadir el organismo minando la salud.

¿Qué cosas vienen de fuera y pueden arrastrarnos de modo que vivamos a merced de ellas? Todos los problemas y dificultades que encontramos, se interiorizan de una o de otra forma. Si los afrontamos y solucionamos (en los ganglios linfáticos), aprendemos de ellos y queda el recuerdo de cómo afrontar determinadas cosas. Así que, los microorganismos benévolos podrían ser análogos a los problemas y dificultades que solucionamos, haciendo que nos conozcamos, aprendamos, nos renovemos, nos vitalicemos, evolucionemos,... Un blog interesante y sencillo sobre el sistemo inmune es: https://biomedvinetas.wordpress.com/2015/01/02/las-defensas-del-cuerpo-el-sistema-inmune/

Los “microorganismos” que minan nuestra salud, serían por analogía:
- las cosas que tomamos por vitales aunque en realidad consumen nuestra vitalidad,
- las cosas que tomamos por verdaderas aunque en realidad son los resultados de interpretaciones, manipulaciones, engaños, mentiras, etc.
- o son directamente falsedades y rumores difundidos para conseguir fines ilícitos. 

Hasta que no hayamos desenmascarado dichos “bichos” y descubierto la verdad que esconden, sus tentáculos nos llevarán por caminos que nos apartan de nuestro verdadero ser y minan nuestro bienestar y equilibrio emocional. Adquirimos libertad a medida que tomamos conciencia de cómo somos verdaderamente y de lo que necesitamos para sentirnos bien y ser nosotros mismos. Y cuanto más actuemos de acuerdo con nuestro verdadero ser, menos conflictivos seremos, tanto en la vida privada como en la vida laboral y social.
El estudio del papel de la linfa en la nutrición celular me ha impresionado muchísimo porque explica cosas elementales sobre la convivencia que son muy aclaradoras, tanto para la vida familiar y educativa como para las relaciones laborales y sociales, y asimismo para entender mejor lo que ocurre en todos los ámbitos debido al abuso del poder.
La cosa que más me impresionó era, que la regulación de la administración del bien común depende de la recogida de nuestros valores íntimos. Este dato invita a la reflexión sobre nuestro propio pasado y sobre hechos históricos como por ejemplo el proceso de la esclavitud hacia la liberación de los esclavos, el papel de los engaños y prejuicios de la nobleza en la explotación del pueblo, el papel de las costumbres tradicionales en el sometimiento de la mujer, etc. E invita también a una profunda reflexión sobre los engaños, prejuicios y costumbres actuales que han llevado a la crisis y a la pérdida del bien común de la sociedad.
La cosa que más me sorprendió era, que la administración pública por sí misma tiende a perder liquidez y que se evita esto debido a los criterios humanos (proteínas plasmáticas) aportados por la conciencia social (Elemento Madera) y asimismo gracias al papel de la linfa que corresponde al compromiso individual que mantiene en cualquier comunidad el ambiente limpio y saludable, facilitando así que todos reciban lo que necesitan para dedicarse cada uno a sus respectivas funciones.
Mejor que nunca, hoy en día se puede comprobar que la Administración Pública pierde liquidez porque se comporta igual que un sistema sanguíneo al que le faltan proteínas plasmáticas y que se encuentra, además, en un entorno donde existen muchas trabas y desvíos que hacen que la linfa a duras penas pueda recoger una pequeña parte de las proteínas del medio interno. Debido a ello el organismo se llena de toxinas y las bacterias viven a sus anchas mientras que las células pasan hambre y se ahogan en los líquidos estancados y contaminados del medio interno, y esto ocurre igualmente en la sociedad y en cualquier comunidad que funcione en dichas condiciones.

Y la cosa que más me alegra es, que la aportación proteica correspondiente a los Elementos Agua y Madera demuestre que guiarse por los valores y criterios humanos no es ninguna cuestión de lujo sino, muy al contrario, una necesidad esencial que permite mantener la coherencia del funcionamiento orgánico. Esto indica que sí es posible cambiar el mundo. Si diéramos a los valores humanos el papel que les corresponde según la fisiología, las cosas encontrarían su cauce natural de una manera constructiva y duradera, gracias a la conciencia y responsabilidad de las personas comprometidas con su trabajo y debido a la conciencia social del pueblo.
Cuantos más obstáculos interiores quitemos, más conciencia tomaremos de nuestros valores y mejores personas nos haremos. Teniendo una conexión fluida con la fuente de Vida en el interior, experimentamos que necesitamos ser honrados, porque si no lo hemos sido resulta que nuestra fuente interior se obstaculiza. Y esto ocurre igualmente si nos dejamos llevar por el orgullo, la prepotencia o la avaricia, o por alguna otra falta. Por eso, liberándonos de obstáculos interiores superamos nuestras imperfecciones sin tener que proponérnoslo, porque nadie elige conscientemente la obstrucción de la fuente de Vida en su interior, ya que ésta inspira su vida, le da sentido e ilumina el camino. 

En el cuerpo, las proteínas dan su capacidad de formación, transformación, regulación, protección, regeneración y desarrollo al organismo.
Análogamente, los criterios basados en los valores humanos elementales dan esa misma capacidad a las organizaciones humanas. Si nos dejamos guiar por las influencias de los Elementos Agua (espíritu humano) y Madera (naturaleza, procesos orgánicos), nos centramos automáticamente y recibimos también de los Elementos Fuego y Metal sus respectivas cualidades beneficiosas.
En el siguiente dibujo se visualiza el estado centrado en el que nos nutrimos de las aportaciones naturales de los Cinco Elementos:

Estado del bienestar

Los colores están relacionados con los diferentes Elementos y sus propiedades correspondientes y asimismo con los valores elementales que cada uno de ellos aporta según el cuadro que hemos visto al comienzo del presente artículo. Así, el Elemento Agua aporta la capacidad de entrega y sinceridad, y las mismas facilitan que nos conectemos con la fuente vital en nuestro interior y adquiramos la necesaria humildad y paciencia para percibir su inspiración y demás aportaciones. Del mismo modo recibimos y adquirimos también las cualidades correspondientes a los demás Elementos. 

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Comentarios   

 
#1 Fran Cantó 08-01-2014 08:32
Querida Mariam, enhorabuena por este enriquecedor trabajo. Queda claro que la crisis en la que vivimos sumidos es de valores. Un beso
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