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La función del motor económico (Pulmón)

Publicado el Martes, 11 Noviembre 2014
Última actualización en Jueves, 04 Diciembre 2014

La fisiología enseña cómo continuar la obra de la naturaleza en el mundo humano. Observando las funciones de los órganos correspondientes a los Cinco Elementos, se revela que éstas corresponden a determinados órganos y tejidos en la sociedad. El Elemento Metal determina las condiciones vitales de la biosfera terrestre que posibilitan la existencia de vida orgánica y la supervivencia de los seres vivos. Siendo el órgano intermediario entre el organismo y el medioambiente, el Pulmón da el aliento de vida y sus demás aportaciones determinan la vitalidad del organismo.

El Pulmón es el órgano intermediario entre el organismo y el medioambiente. Según la fisiología global de la medicina china, el Pulmón gobierna el Qi (la energía) del organismo y la respiración, y juega un papel vital en la circulación de los líquidos orgánicos. Las sustancias que aporta, las adquiere gracias a las condiciones vitales en el entorno y sus funciones incentivan la actividad metabólica, funcional y mecánica del organismo. Además, se encarga de la primera línea de defensa contra la invasión de todo tipo de partículas e influencias nocivas procedentes del entorno.
Por la fisiología moderna sabemos que los pulmones incentivan la actividad metabólica al encargarse de la obtención de oxígeno y la expulsión de dióxido de carbono. En medicina china, las funciones del Pulmón incluyen las de su víscera “acoplada”, el intestino grueso. Por eso, el Pulmón no suministra sólo oxígeno e iones procedentes del aire sino también minerales y electrolitos procedentes de la alimentación y de la bebida. Dado que el Pulmón aporta así las sustancias imprescindibles para la actividad metabólica, funcional y mecánica del organismo, se explica por qué se dice que “gobierna el Qi”.
Como dice la medicina china, los pulmones inhalan el “Qi puro” y exhalan el “Qi impuro”, y el constante intercambio y la renovación del Qi de Pulmón aseguran el buen funcionamiento de los procesos fisiológicos en el medio interno. El “Qi de Pulmón” se forma al combinarse el Qi puro con el “Qi de los alimentos” (proveniente del “Bazo”, el sistema digestivo). Este Qi humedece los bronquios y las vías respiratorias, protegiendo sus tejidos y facilitando la respiración.
A continuación, previo enriquecimiento con propiedades defensivas del sistema inmunitario, el Pulmón se encarga de la difusión de su Qi por todo el organismo por medio de los canales energéticos (meridianos de acupuntura) y los vasos sanguíneos, energizando la circulación de los líquidos orgánicos (sangre, agua, linfa) y favoreciendo así todos y cada uno de los procesos fisiológicos del cuerpo.

El Qi de Pulmón

Primero vamos a ver globalmente cómo actúa el Pulmón para ejercer sus funciones en el cuerpo, ya que su fisiología aporta datos muy esclarecedores para comprender la función del “motor energético” que determina la economía de cualquier otro organismo. El “Qi” de Pulmón es el conjunto de la energía y las sustancias que aporta al organismo. Estas sustancias son oxígeno, electrolitos y agua pura. El Qi de Pulmón posibilita así la formación de una energía muy potente, llamada “Qi Verdadero” en medicina china.
Gracias a la fisiología moderna sabemos que el oxígeno aportado por el Pulmón es imprescindible para el metabolismo y la obtención de energía, y que los electrolitos lo son para la actividad celular de los órganos, tejidos, estructuras y sistemas que determinan la funcionalidad de nuestro organismo.
Los electrolitos juegan un papel elemental en la nutrición celular y la secreción de sus productos y en la actividad motora de tejidos y órganos. Asimismo son fundamentales para el transporte de toda clase de sustancias y fluidos dentro del organismo y para la conductividad que posibilita la emisión de señales mediante los “potenciales de acción” del sistema nervioso.
La actividad metabólica, funcional y mecánica es posible gracias a los iones de carga positiva (lo Creativo) y de carga negativa (lo Receptivo). Por ejemplo, la denominada “bomba sodio-potasio” mantiene un potencial negativo (Receptivo) en el interior de todas las células. Este potencial posibilita los intercambios entre el agua en el interior de las células (citoplasma) y el agua circundante de los líquidos corporales en el medio interno, posibilitándose así la difusión directa de determinados iones, la entrada de oxígeno y la salida de dióxido de carbono.

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Potenciales de acción en la membrana celular
Fuente: http://psicofisiologia.files.wordpress.com/2011/02/potencial_de_reposo.jpg

Los potenciales de acción forman canales en la membrana celular. El tamaño y la carga eléctrica del canal son determinantes para seleccionar las sustancias que la célula necesita para ejercer sus funciones. Y según sus necesidades, determinado potencial puede estar en estado de acción (canal abierto) o de reposo (canal cerrado).
Además, en la membrana celular hay “canales proteicos”, una especie de “poros” que comunican el interior de la célula con los líquidos circundantes del medio interno. Estos canales son permeables selectivamente, bien a uno o más iones o determinadas moléculas específicas, ó pueden abrirse y cerrarse como si fueran “puertas”. Generalmente, para abrir y cerrar una “puerta”, se necesita que determinado ion acompañe a la molécula.
Para el transporte de determinadas sustancias e iones específicos se necesitan según sus características, bien enzimas celulares específicas ó, según el gradiente electroquímico, energía del interior de la célula. Tanto los enzimas como los canales proteicos son compuestos de aminoácidos, es decir, corresponden en la vida humana a valores elementales de la persona (célula).
Las formas de transporte son desde la más sencilla hasta la más compleja las siguientes: la difusión simple a través de la membrana celular, la difusión selectiva a través de los canales proteicos, la difusión facilitada por determinados iones y los llamados transportes activo primario y activo secundario. 

La formación del “Qi Verdadero” (fuente de riqueza)

Así que, gracias a los mecanismos electrolíticos, se posibilita que los nutrientes y otras sustancias penetren en las células. Una vez dentro (en el citoplasma), los componentes alimenticios de los nutrientes reaccionan, bajo la influencia de diversas enzimas (valores y criterios personales), químicamente con el oxígeno de manera que se libera energía que la célula emplea para sintetizar moléculas de alta energía denominadas ATP (trifosfato de adenosina): el Qi Verdadero de la medicina china. Cada célula utiliza esta energía para ejercer sus funciones en el organismo.
El ATP genera la energía que las células necesitan para cumplir con sus funciones en el organismo, dado que constituye la fuente energética de prácticamente todas las funciones celulares como por ejemplo la síntesis de sustancias y la contracción muscular. Esta energía es muy potente y, además, eficiente y económica ya que la molécula ATP libera energía instantáneamente a demanda y se reconstituye a medida que se consume. Por eso, los fisiólogos dan al ATP el sobrenombre de “moneda de cambio” del organismo. Gracias a la producción de ATP en el interior celular, las células hacen su trabajo para el organismo. Y gracias a la circulación de oxígeno y electrolitos, se produce el intercambio de nutrientes y otras sustancias que permite que las células ejerzan sus funciones.

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Origen de la energía ATP

Análogamente, en la vida humana el aporte de electrolitos y oxígeno corresponde al motor económico que proporciona la financiación del sustento de la población y posibilita así el ejercicio de sus funciones en la sociedad. Gracias a las aportaciones del sector “Pulmón” se incentivan las actividades productivas, comerciales y funcionales y asimismo la movilidad, el transporte y la comunicación que determinan la funcionalidad y productividad de todas las actividades necesarias para un funcionamiento óptimo de la sociedad.
La formación de ATP concretiza cómo se genera y se regenera nuestra energía. La fisiología del sistema energético del cuerpo concretiza cómo se genera una energía económica y eficiente (“Qi Verdadero”). La fisiología enseña que es en el núcleo celular (mitocondria) y, por tanto, en el fuero interno de la materia viva -ya sea una célula u otro ser vivo- donde las aportaciones energéticas (Elemento Metal-Pulmón) y alimenticias (Elemento Tierra-sistema digestivo) procedentes del exterior reaccionan con las aportaciones nutritivas y reguladoras generadas en el interior del cuerpo (Elemento Madera-Hígado y Elemento Agua-Riñón).

Ciclo-de-Krebs

Ciclo de Krebs produce energía ATP
Fuente: juntadeandalucia.es/repositorio


Para que los componentes de las aportaciones de fuera y dentro reaccionen entre sí, tienen que llegar al núcleo celular donde se inician las reacciones químicas que generan la molécula de alta energía llamada ATP (ver imagen Ciclo de Krebs). Análogamente a la labor celular, esto quiere decir que para generar y regenerar nuestra fuente de ATP para trabajar, hace falta interiorizar las aportaciones que vienen de fuera y facilitar que reaccionen con aquello que nos satisface interiormente (nutrientes).

dinamica nutricionLa dinámica de nutrición

Interiorizando las cosas, conectamos con la Fuente de Vida (Elemento Agua) que transmite las indicaciones de lo Creativo. Desde lo más pequeño hasta lo más grande, la dinámica vital es siempre la misma. El sujeto de la acción, ya sea una célula, una persona, el planeta Tierra o cualquier otro representante del Elemento Tierra, tiene que colocarse en el centro de la dinámica que las fuerzas naturales mantienen entre sí.
El funcionamiento celular demuestra que para la vida orgánica es imprescindible interiorizar las aportaciones y la información que vienen de fuera. Las células realizan sus quehaceres guiadas por sus necesidades y gustos (escogiendo determinados nutrientes) y por sus valores y criterios personales (enzimas). De este modo, se dedican a su cometido en la vida haciendo que se genere espontáneamente “Qi Verdadero” en su interior por lo que su fuente energética se reconstituye a medida que se consume.

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