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La función reguladora de comprometerse (Linfa)

Publicado el Martes, 12 Febrero 2013
Última actualización en Miércoles, 18 Marzo 2020

La regulación del intercambio entre el plasma y los líquidos corporales

La linfa constituye el nexo de unión que posibilita la interacción entre la labor directiva y ejecutiva en el eje vertical del Ciclo Cosmológico y la labor metabólica, funcional y productiva en el eje horizontal. Y al conocer la función de la linfa en el cuerpo y observar su labor y los efectos de la misma, se hace evidente que nuestra necesidad imperiosa de libertad y autodeterminación no tiene nada que ver con intereses egoístas o partidistas sino que dicha necesidad, muy al contrario, sirve al interés común del organismo, su supervivencia. Hasta tal punto es así, que la fisiología llama la atención sobre el hecho de que el retorno de las proteínas del medio interno a la sangre es una función esencial, sin la cual moriríamos en un plazo de 24 horas (p. 207 del “Tratado de Fisiología Médica” de Guyton).

La fisiología global de la medicina china destaca que la vida existe debido a cuatro direcciones de movimiento. Son los movimientos de arriba-abajo y abajo-arriba que hacen circular los líquidos corporales y la sangre en el eje vertical del Ciclo Cosmológico (línea azul), y los movimientos de izquierda-derecha y derecha-izquierda en el eje horizontal (línea verde) que son imprescindibles para el metabolismo que renueva los líquidos y los nutrientes que mantienen la vitalidad del cuerpo.
Los movimientos de arriba-abajo y abajo-arriba posibilitan la dinámica Yin-Yang primordial entre los Elementos Agua y Fuego que produce la circulación de la sangre y los líquidos corporales. Y los movimientos de izquierda-derecha y derecha-izquierda posibilitan la dinámica Yin-Yang primordial de la entrada y salida entre los Elementos Madera y Metal que es imprescindible para el metabolismo que sostiene la vida.
La dinámica de entrada-salida sostiene la vida al posibilitar la inspiración que aporta oxígeno, y la espiración que exhala dióxido de carbono. Asimismo, dicho movimiento posibilita la entrada en las células y en los tejidos, órganos y sistemas y la salida de los mismos. Y se observa la misma dinámica vital en todos los procesos metabólicos, desde la formación y transformación molecular hasta en la función del dar y recibir en las relaciones humanas.

Según I Ching, la cohesión de la dinámica circulatoria en el eje vertical se debe a la posición centrada del Elemento Tierra. Además, al estar la Tierra centrada, se mantiene la cohesión de la dinámica de entrada-salida en el eje horizontal y asimismo se mantiene así la cohesión entre la circulación y el metabolismo. Es decir, mantenemos la coherencia en la convivencia siempre que nos mantengamos en el centro de las influencias de los Elementos Agua y Fuego en el eje vertical y en el centro de las influencias de los Elementos Madera y Metal en el eje horizontal.
Y los mecanismos fisiológicos enseñan que la cohesión entre la dinámica circulatoria y la dinámica metabólica se debe a la labor de la linfa. Igual a lo que ocurre en el medio interno del cuerpo, es gracias a la recogida de los valores (proteínas) en nuestro interior que afluye “agua pura con nutrientes” para renovar y drenar los “líquidos con desechos metabólicos” y esto ocurre, igualmente, en el medio interno de cualquier otro organismo vivo. Por eso, si queremos mantener la vitalidad y la cohesión de la convivencia en cualquier tipo de comunidad humana, es muy útil saber cómo funciona el intercambio entre el plasma sanguíneo y el líquido intersticial.

La linfa corresponde a la actitud personal del individuo y colectiva del pueblo en el “medio interno” de la sociedad
. Así que, la labor de la linfa corresponde al compromiso individual de todo el mundo, de las personas que ejercen funciones directivas, ejecutivas y administrativas, y asimismo al compromiso personal de los funcionarios y demás trabajadores de la Administración y de los tejidos sociales, laborales y productivos en el eje horizontal. En el ámbito personal, la linfa es aquello que recorre nuestro interior (Elemento Agua) en busca de los valores íntimos y criterios válidos para despejar nuestras dudas y resolver los problemas. Y lo que nos conecta con la fuente personal del Elemento Agua en el interior de cada uno son los sentimientos sinceros, la reflexión y la meditación.
En total son cuatro los factores que determinan el intercambio entre el plasma sanguíneo y los líquidos corporales y que, por lo tanto, determinan la nutrición celular y la salubridad del medio interno del cuerpo. Y, análogamente, los mismos factores determinan la salubridad del ambiente en cualquier otro organismo, la familia, la escuela, el barrio, el pueblo, el comercio, la empresa, la fábrica,… hasta en el Estado, en la Comunidad Europea y en el mundo entero.
E igual a lo que ocurre en el cuerpo, estos factores determinan al mismo tiempo la liquidez que posee la Administración del bien común (Corazón) de ese organismo, las condiciones de bienestar de sus miembros (hijos, alumnos, estudiantes, investigadores, trabajadores en los diferentes órganos) y la autoridad moral de la dirección o del Gobierno (Riñón) de dicho organismo con respecto al uso de los recursos y de los criterios que emplean para determinar los objetivos, prioridades y procedimientos.

Los cuatro factores elementales que determinan la nutrición celular son:
  1º. La presión en los capilares del sistema sanguíneo (regulada por el Riñón).
  2º. La presión osmótica coloidal del plasma (determinada por el Hígado).
  3º. La presión del líquido intersticial (regulada por la linfa). 
  4º. La presión osmótica coloidal del líquido intersticial (regulada por la linfa).

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Comentarios   

 
#1 Fran Cantó 08-01-2014 08:32
Querida Mariam, enhorabuena por este enriquecedor trabajo. Queda claro que la crisis en la que vivimos sumidos es de valores. Un beso
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