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Ciclo de expansión

Publicado el Domingo, 11 Mayo 2014
Última actualización en Lunes, 02 Noviembre 2015

Hexagramas relacionados con las fuerzas Trueno y Viento

I Ching explica la función del Trueno en el hexagrama formado por dos trigramas Trueno. Como siempre que se trata de una fuerza primordial, es un signo duplicado.

Hex51

Lo Suscitativo, hexagrama 51
En este hexagrama I Ching explica cómo deberíamos comportarnos cuando el Trueno nos moviliza. Refiriéndose a las sacudidas que provoca, dice: “el trueno irrumpe desde las entrañas de la tierra y causa temor y temblor con su conmoción”.
En la vida humana, el Trueno es la fuerza vital que nos moviliza mediante una honda conmoción que se levanta desde nuestro interior. Conmoviéndonos interiormente, el Trueno ofrece la oportunidad de darnos cuenta de lo que es valioso y no, invitándonos a poner orden en nuestras vidas, respetar las indicaciones de nuestra intuición y guiarnos por nuestro sincero sentir, sentido de la justicia y sentido común.
Además de su capacidad de movilización, el Trueno representa la energía eléctrica, el rayo, el relámpago que puede encender un fuego. Figurativamente, el rayo de luz en el cielo es la aparición de Dios que incita a explorarnos a nosotros mismos y rectificar nuestras vidas.

Hex57

Lo Suave, hexagrama 57
Está formado por dos trigramas Viento. Como muestran las líneas de la imagen, es la fuerza complementaria del Trueno. En este hexagrama I Ching explica que el Viento se dedica a la disolución de todo aquello que se ha acumulado. Entre otras indicaciones interesantes, dice: “En la naturaleza, el viento dispersa las nubes dando lugar a una serena claridad del cielo. En la vida humana, se trata de la claridad del juicio que aniquila todas las sombrías segundas intenciones y dispersa todas las maquinaciones que huyen de la luz.” Subraya que el atributo del Viento es la suavidad que, no obstante, penetra como el árbol con sus raíces.
Igual que la fuerza natural Trueno, también el Viento ejerce su función tanto en el cielo como en la tierra. En el cielo el Viento obra la disolución, en la tierra ocasiona la lluvia y eleva el agua subterránea para nutrir las plantas (Madera, naturaleza, vegetación, nutrientes). La naturaleza del ser humano es como una planta, por eso, el mensaje del Viento penetra suavemente en el alma del pueblo. I Ching dice así: “Lo insistentemente penetrante del Viento se basa en su acción incesante. Recurre al tiempo como medio para su acción.”

Recordatorio

Los ocho trigramas

Hex42

La interacción entre el Trueno (situado abajo) y el Viento (situado arriba) da el hexagrama 42: El Aumento
En este hexagrama, I Ching señala que es el tiempo en que la Tierra se hace partícipe de la energía creadora del Cielo, dando forma y realidad a los seres vivientes. Enseña que “el verdadero gobernar debe ser una forma de servir.” Trata de sopesar las cosas y aprender a actuar de forma justa (no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti).
“En épocas ascendentes es cuestión de trabajar y de aprovechar el tiempo. El tiempo del Aumento no dura, por lo tanto es menester utilizarlo mientras está.

Viento y trueno: la imagen del Aumento.
Así el noble: cuando ve el bien, lo imita,
si tiene defectos, se deshace de ellos.

Al observar cómo el trueno y el viento se aumentan y se refuerzan recíprocamente, aprende uno cómo encontrar el camino hacia el aumento de sí mismo, hacia el propio mejoramiento.”

El tiempo que I Ching describe en El Aumento, se produce en el ciclo de expansión (cambios diurnos, primavera y verano) y la interacción constante en la coordenada Trueno-Viento moviliza a la pareja complementaria formada por el Agua y el Fuego.
Si nos paramos antes de actuar, permitiendo que nuestra verdadera naturaleza (la orgánica) consulte la Fuente Vital en nuestro interior, lo Creativo aporta aquello que necesitamos para aclararnos y echar luz sobre el camino. Esto ocurre cuando la energía de la coordenada Trueno-Viento moviliza la coordenada Agua-Fuego. Igual que las raíces de una planta (Madera) buscan en el interior de la Tierra el agua subterránea que nutre la planta aportando minerales (Metal), así bajamos desde el Elemento Madera al Elemento Agua para nutrir nuestra alma y descubrir a dónde dirigirnos para encontrar aquello que nos hace crecer hacia la luz.

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