Buenos tiempos para los ricos

Juan José Ruiz Molinero | Periódico Granada Hoy 24.01.2015

PARA los ricos no hay tiempos malos. Probablemente los tengan menos buenos, pero siempre estarán en mejor posición cuando llegan las vacas flacas. Entre otras cosas porque ellos dominan los tiempos y, por lo general, a los que los administran. Un nuevo informe de Intermón Oxfam, nos recuerda -como el famoso Gobernar para las elites- que crecen las diferencias y que las 85 personas más ricas del mundo poseen la misma riqueza que la mitad más pobre del planeta.
Calcula el informe que entre 2013 y 2014 esas 85 personas incrementaron su fortuna en 668 millones de dólares diarios (¿Qué pensarán los asalariados normales, si tienen la suerte de serlo?). En España, el 1% de la población concentra más riqueza que el 70% más pobre. El documento coincide con la reunión en Davos de más de 2.500 líderes del mundo para analizar la situación.

No es de extrañar que en una sociedad enferma, donde hasta los medicamentos son causa de especulación -véanse los precios abusivos de los nuevos fármacos contra la hepatitis C y el motivo del criminal retraso de la puesta en marcha de vacunas para enfermedades 'africanas' como el ébola- sean las farmacéuticas el lobby que crece con la crisis ni que esa desmedida desigualdad traiga como consecuencia la corrupción o la violencia que encuentra en la pobreza su mejor caldo de cultivo. La política no es capaz de paliar los enormes problemas sociales, sobre todo porque está dominada por los poderosos que obligan a gobernar de acuerdo con sus intereses. Así que tampoco extraña que en tiempo de crisis, cuando se recortan derechos de los más débiles, crezcan los beneficios de los más poderosos.
 
La desigualdad crece en todos sitios. España, junto a Letonia, está a la cabeza de esa calamidad en Europa, como decía al comienzo, con el principal resultado del paro insoportable, cuyos datos de la última EPA no maquillan la realidad, ya que los nuevos puestos de trabajo son en gran parte precarios. Situación agravada por la corrupción, la existencia de paraísos fiscales a los que van a parar muchos capitales no siempre legítimamente conseguidos y la desproporción entre los impuestos que pagan los ricos -cuando los pagan- y los que se les cargan a los ciudadanos de a pie.
 
Es verdad que los organismos europeos e internacionales siempre han pensado más en los poderosos que en los ciudadanos. Me he referido en muchas ocasiones al 'rapto de Europa' y a las políticas opresoras de sus organismos que han asfixiado a muchos países, incluso de su club, caso de Grecia que mañana (25.01.2015) tendrá unas 'temidas' elecciones. Pero, de cualquier forma, o se cambia el rumbo o nos vamos todos al infierno, de cuya hipotética parcela también harán negocios los ricos.

Juan José Ruiz Molinero