Hola Sonia,
La “moda” del trastorno por déficit de atención, llamado TDAH, se debe a una falta de atención muy profunda y esencial. El TDAH está “de moda” porque “la” economía impone que los criterios materialistas prevalecen sobre los criterios humanos… aunque sería bastante más económico para la sociedad regirnos por criterios humanos. Un ejemplo de dicha incongruencia es el aumento preocupante de la falta de atención y concentración que sufren los niños. El trastorno DAH se ha convertido en una seria amenaza para el desarrollo emocional e intelectual de cada vez más niños y jóvenes.
El trastorno TDAH se origina, literalmente, en las raíces de la existencia. Al no cumplir con las necesidades esenciales del niño, éste sufre una falta esencial de atención que produce problemas de arraigo en su propio ser. Gracias a la información del I Ching, sabemos que abriéndonos a las influencias beneficiosas de los Elementos Metal y Agua protegemos, fortalecemos y nutrimos nuestras raíces (a cualquier edad). Nos abrimos hacia dichas influencias al darnos y dar a los niños la oportunidad y las facilidades para recibir las aportaciones de las fuerzas naturales Trueno y Agua.
Sabiendo cuáles son las fuerzas naturales que se activan en determinada fase de desarrollo y sabiendo lo que estas fuerzas necesitan para facilitar el desarrollo de determinadas cualidades, tomamos conciencia de la sabiduría de la naturaleza y comprendemos los requerimientos de, por ejemplo, el instinto maternal. Este instinto hace que las madres pidan el máximo tiempo posible para dedicarse en cuerpo y alma al hijo recién nacido.
I Ching explica en los hexagramas correspondientes a las fuerzas activas de la naturaleza (Agua, Trueno, Viento y Fuego) lo que necesitamos para aprovechar las influencias beneficiosas de cada una. Se aclaran así muchas cosas que “sabemos” por instinto e intuición, ya que los datos del Libro de las Mutaciones aportan argumentos reconocibles que corroboran lo que sentimos en el fondo. Los criterios del mundo son sujetos a las modas y susceptibles de modificaciones, mientras que los criterios de la naturaleza son intemporales y, por tanto, comunes, fiables e imperativos.
Siempre que infrinjamos las leyes de la naturaleza, sufrimos las consecuencias. I Ching explica en los hexagramas correspondientes a los primeros años de vida por qué el instinto maternal pide dedicarnos al menos un año, y a jornada completa, al cuidado del recién nacido (ver primer ciclo de desarrollo, pp. 134-140 del libro La Vida Es…).
No somos conscientes de la importancia de la dedicación de la madre en los primeros años de vida, pero lo que el instinto de la madre pide no es ningún capricho de la naturaleza sino una necesidad primordial para el desarrollo humano. Evitamos mucho sufrimiento aquí y ahora si nos permitimos tomarnos en serio y hacer caso al instinto maternal y, guiándonos por la fuente de sabiduría en nuestro interior, prevenimos además años de sufrimiento para nuestros hijos y para sus cuidadoras, pediatras, maestros, profesores, psicólogos,…, previniendo al mismo tiempo un incremento considerable de gastos sanitarios, educativos y sociales.
Esforzarnos por adaptarnos a los criterios del mundo a costa del sincero sentir, trae siempre sufrimiento. Es como si la vida quisiera explicarnos mediante el sufrimiento la razón de ser de las leyes de la naturaleza. Aceptamos los criterios que no permiten que los padres respeten las necesidades naturales de sus hijos, por lo que la vida nos está enseñando las consecuencias de nuestra inconsciencia mediante los síntomas del TDAH. Dicho trastorno es la lógica consecuencia de una espiral muy destructiva de círculos viciosos que tiene su punto de partida en el Elemento Metal (entorno) y en las fases Trueno y Agua del primer ciclo de desarrollo (ciclo Agua).
En los primeros años de vida se desarrollan nuestras raíces y, con ellas, nuestra seguridad, nuestra capacidad de atención, concentración, observación y aprendizaje y asimismo la confianza en nosotros mismos y la vida. Si no se crean las condiciones adecuadas para el desarrollo natural del arraigo en la tierra afectiva del hogar, el torbellino del mundo va a dirigir la vida del niño. Este torbellino dificulta el arraigo en su ser por lo que el bebé desarrolla una profunda inseguridad existencial, en vez de adquirir y utilizar sus herramientas de supervivencia. Si eso nos pasa en la edad adulta, nos sentimos perdidos e infelices. ¿Cuánto más perdidos se sentirán los bebés que crecen en condiciones inadecuadas para desarrollar las cualidades del Trueno y del Agua?
Viviendo con las raíces débiles, dañadas o quebradas es casi imposible centrarse y prestar atención. No solucionamos ningún problema luchando contra lo negativo sino siguiendo a lo positivo (ver “dueño de nuestra situación”, libro pp. 217-220). Es muy importante partir de lo positivo y apartar todo lo negativo (caballo desbocado). A cualquier edad podemos crear las condiciones que necesitan las fuerzas naturales Trueno y Agua para explayarse en el interior de cada uno. Creando dichas condiciones cooperamos con la naturaleza íntima del niño, cuyas aportaciones naturales volverán a conectar al niño con su ser.
Por eso, si creamos aquellas condiciones vitales en las que lo Creativo del Trueno se activa por naturaleza, tanto niños como jóvenes y adultos reciben espontáneamente los estímulos para adquirir las “herramientas” que necesitan para moverse en el mundo con seguridad y soltura y sin perder el equilibrio interior del que surge la capacidad de concentración. Ideas para crear dichas condiciones vienen en el libro: en el tema sobre el primer ciclo de desarrollo y en las pautas terapéuticas del capítulo 4.
Hexagramas a tener en consideración son: nº 51: Lo Suscitativo (Trueno), nº 52: El Aquietamiento (Montaña), nº 29: Lo Abismal (Agua) y nº 3: La Dificultad Inicial (camino Metal-Agua: desde las vivencias en el mundo hacia la consulta interior). Además, en El Pozo de Agua (nº 48, pp. 296 y 297 del libro) puedes leer lo que hace falta para mantener la fuente vital del Agua en nuestro interior libre de escombros y otros obstáculos causados por vivencias dolorosas no asimiladas constructivamente (ver también 5º Ciclo Vicioso en la web).
Espero que te sirva mi enfoque del TDAH.
Un abrazo, Marian