Introducción
Desde pequeña me he planteado estas preguntas y he sentido que no somos conflictivos y contradictorios por naturaleza, sino que nos hacemos así. Y he sentido siempre que, de alguna manera, la clave estaba en la confusión producida por pensar que la vida funciona igual que el mundo. Pero he tardado bastante en encontrar una respuesta convincente a las preguntas ¿cómo funciona la vida? y ¿por qué nos hacemos conflictivos?
Tardé más de la cuenta porque perdí mucho tiempo esforzándome por comprender el funcionamiento del mundo. Finalmente, al basarme en los conceptos vitales del I Ching y en la dinámica vital en la que la Medicina Tradicional China se fundamenta se me iban aclarando las ideas. En el año 2005 empiezo a explorar cómo funciona la vida según dichos conceptos vitales y este proceso de investigación viene reflejado en el libro titulado La Vida Es…
Por medio de esta web quiero compartir las conclusiones de dicha investigación publicando artículos en los que intento aclarar la concepción de la realidad de los sabios que escribieron el I Ching. Y aplico los principios vitales que se enseñan en dicha obra para comprender, por ejemplo, los círculos viciosos en los que nos solemos enredar. También he escrito artículos más bien reflexivos sobre las circunstancias actuales que se encuentran en el bloque Reflexiones.
Además, este verano he iniciado una serie de artículos en los que busco en la fisiología del cuerpo las indicaciones análogas para organizarnos de acuerdo con el orden vital. De momento (noviembre 2012) he publicado en el bloque Fisiología Global artículos sobre el orden universal de la vida y sobre la organización global del cuerpo, y asimismo dos artículos en los que la fisiología global de la medicina china sirve de base para conocer las labores que ejerce el órgano responsable de la dirección del funcionamiento orgánico y las que corresponden al órgano responsable de la ejecución y administración de las medidas directivas y del bien común en el cuerpo.
¿A quiénes me dirijo?
Por medio de esta web, me dirijo a todo aquel que se interesa por la vida humana y le preocupa el curso del mundo. Aunque muchas veces he decidido dejar de querer cambiar el mundo, al parecer, no puedo evitarlo. He conseguido dejar de intentarlo desde fuera, pero es como si ahora volviera a intentarlo desde dentro, desde dentro de las personas interesadas en la dinámica vital que anhelan realizar su verdadero ser en este mundo.
¿Qué es el I Ching?
El I Ching arcaico fue escrito hace unos 4.000 años y todas las ciencias naturales en la antigua China se basaron en los conceptos vitales primordiales de dicha obra. Son el concepto del principio de la complementariedad de lo Creativo (Yang) y lo Receptivo (Yin) que posibilita que la vida exista, y el concepto de la dinámica que las fuerzas de la naturaleza mantienen entre sí para asegurar un desarrollo equilibrado de todos y cada uno de los seres vivos y, en general, del conjunto de la Creación.
Los conceptos vitales del I Ching han resistido el paso del tiempo gracias a la Medicina Tradicional China cuyos fundamentos, el principio Yin-Yang y la Teoría de los Cinco Elementos, tienen sus raíces en la concepción de la realidad que se expresa en dicha obra. Lo que no ha resistido el paso del tiempo es la aplicación de dicha Teoría a la convivencia y a la educación para el desarrollo personal. Y eso a pesar de que en la antigüedad se utilizaba el I Ching incluso para el arte estatal en China.
Los sistemas naturales nutren, regulan, energetizan y regeneran la vida
Las condiciones vitales en nuestro planeta se determinan por el fenómeno de la biosfera auto-regeneradora. Los fenómenos naturales producen un equilibrio ecológico que se caracteriza por tener sistemas de auto-abastecimiento, auto-organización, auto-regulación y autocorrección de los que se benefician la flora, la fauna y el mismo planeta.
¿Cómo es posible que el ser humano se excluya de dichos sistemas?
Con la ayuda de la dinámica vital según los principios fundamentales de la Medicina Tradicional China, trato de desentrañar la respuesta a ésta y a más preguntas. Invitándote a reflexionar y participar con tus comentarios.
¿Quién soy?
Soy holandesa y hace algo más de treinta años vine a España para buscarme a mí misma. Me encontraba perdida y me alarmé mucho al darme cuenta de que ya no sabía lo que me gustaba y lo que no. Me sentía más una máquina que una persona, era como si la máquina hiciera una cosa o la otra según el botón que apretaban, como si mis criterios no fueran míos sino los criterios de mi profesión. Era como si de pronto me hubiera despertado dándome cuenta de que la persona que hasta aquel momento había jugado mi papel, vivió dirigida por teorías, metas y métodos que no tenían nada que ver conmigo. Era como si fuera un árbol sin raíces que se mantenía erguido gracias a los árboles de alrededor sin que la savia fluyera en su interior, era como si ya no hubiera vida propia dentro de mí.
Fundamentos de la Medicina Tradicional China
La medicina china se fundamenta en la concepción de la realidad del I Ching. Son el principio Yin-Yang que trata de la interacción entre lo Creativo (Yang) y lo Receptivo (Yin), y la Teoría de los Cinco Elementos que trata de la interacción que las fuerzas de la naturaleza mantienen entre sí, para salvaguardar el equilibrio Yin-Yang que la Inteligencia de la Vida necesita para mantener la salud de la Creación.
¿Qué entiendo por la inteligencia de la vida?
Con la Inteligencia de la Vida me refiero a la lógica intrínseca de los procesos vitales. Cuando estaba explorando la vida emocional basándome en los principios fundamentales de la Medicina Tradicional China, me di cuenta de la trascendencia de estos principios. Son tan sencillos que parece imposible que estén en el origen de cualquier forma de vida y de cualquier fenómeno y asimismo en el origen de cualquier enfermedad y de cualquier desequilibrio emocional. No obstante, por complicada que sea la vida, por complicado que sea el cuerpo, por complicado que sea el ser humano, resultó que la explicación de determinado estado emocional, energético y físico se encontraba siempre en los mismos principios fundamentales (ver DINÁMICA VITAL, art. 2).
